No Hables Con Extraños: Un remake poco favorecedor para McAvoy.

Por Aide Ortega | Artist Reports

Una de las primeras reglas que nos dan cuando recién somos niños es la de "No hablar con desconocidos", intentando ser esta una especie de advertencia de que

no te puedes fiar de cualquier persona, y menos si es alguien a quien nunca antes habías visto.

Pero quienes definitivamente no entendieron esta norma primordial fueron los protagonistas de Gaesterne (2022) o No Hables con extraños, por su traducción al español, película danesa que a pesar de ser prácticamente reciente, generó el interés de James Watkins, escritor y director de una nueva versión para Blumhouse Productions, pero ¿qué tiene de especial este remake?

Empecemos diciendo que Speak No Evil (2024) está protagonizada por James McAvoy, recordado por su interpretación del icónico Kevin Wendell en Fragmentado (2016), y ya que pareciera que al actor le gusta interpretar personajes que evidentemente no están bien de sus facultades mentales, en este estreno podemos ver que  se acopla perfectamente siendo el "padre" de familia carismático, que logra seducir a los Dalton para que pasen un fin de semana en su casa de campo, a pesar de no conocerse.

Pero, más allá de ser una visita sumamente incómoda, la obra de Watkins, no es más que risas y chistes, que sin intención de serlo te dejan con una sensación de haber visto una comedia, o aún peor un capítulo de la Rosa de Guadalupe, forzado y cliché.

Lo que si podemos rescatarle es que despues de practicamente una hora y media donde no hay más que escenas aburridas, llenas de trauma y quejas, por el final nos encontramos con una buena dosis de caídas, golpes y sangre, un tanto predecibles pero que sí logran devolverle el sentido y el rumbo, a una historia que desde un principio esperaríamos estuviera repleta de suspenso y terror psicológico. No Hables con Extraños aún se encuentra disponible en salas de cine.